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VITAMINA D3. IMPRESCINDIBLE PARA NIÑOS Y MAYORES

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La vitamina D3, también denominada colecalciferol pertenece al grupo de vitaminas liposolubles.

¿De dónde se obtiene?

La principal fuente de vitamina D3 se encuentra en nuestra propia piel, ya que se sintetiza a partir de sus precursores tras la irradiación de la luz ultravioleta (UVB) cuando nos exponemos al sol.  Se precisa una exposición de entre 10-15 minutos durante las horas de mayor radiación (10 am-3 pm) para sintetizar una cantidad suficiente. Esto puede verse limitado por diversos factores (piel oscura, cremas de protección solar, polución, nubosidad, latitud…).

También podemos obtener la vitamina D3 de algunos alimentos como son algunos pescados azules (salmón, caballas, sardinas), hígado y vísceras de algunos animales o de la yema de huevo. Siendo, a menudo el consumo de estos alimentos inconsistente e insuficiente.

Independientemente del origen la vitamina D3 precisa de otros procesos metabólicos que tienen lugar en el hígado y el riñón para transformarse en su forma activa.

¿Cuál es su función?

Regula de forma directa a través de su acción en distintos órganos los niveles de calcio y fósforo de la sangre. Así mismo el mantenimiento de unos niveles adecuados de estos dos elementos son imprescindibles en el cuerpo humano en numerosos procesos fisiológicos como pueden ser:

Vitamina D3
  • La formación de hueso y dientes.
  • La contracción muscular
  • La síntesis de energía
  • La respuesta inmunológica, de especial interés en patologías autoinmunes (diabetes, EII…)

¿Cuál es su uso clínico?

En niños se utiliza para prevenir y tratar el déficit de vitamina D relacionado con el raquitismo.

En adultos mayores para prevenir y tratar la osteoporosis.

¿Cuándo se considera que nuestros niveles no son suficientes?

Niveles sanguíneos por debajo de 20 ng/ml de 25-hidroxi-vitamina D se consideran insuficientes. Niveles entre 20 y 30 ng/ml se consideran subóptimos y requieren inicio de aportes de forma profiláctica.

¿Cuáles son las dosis profilácticas de vitamina D?

En niños lactantes se recomienda el aporte de 400 U/día durante los primeros 12 meses de vida independientemente del tipo de lactancia aportada (materna, artificial o mixta).

En madres gestantes y lactantes la dosis recomendada es 600 U/día, vía oral.

En adultos con niveles entre 20-30 ng/ml no existe consenso, pero las guías recomiendan una dosis entre 600 y 800 U/día.

Los niños con raquitismo carencial, adultos con osteoporosis o aquellas personas con niveles analíticos de 25-OH vitamina por debajo de 20 ng/ml requieren un estudio más extenso que incluya entre otros niveles sanguíneos de calcio, fósforo y otras determinaciones hormonales.

¿Cuáles son los principales efectos secundarios?

Al ser una vitamina liposoluble la vitamina D debe ser tomada con precaución ya que se acumula en el tejido graso del organismo.

A las dosis habituales no suele producir ninguna reacción adversa, pero la administración excesiva de vitamina D3 bien como sobre dosis aguda, bien administrada a lo largo del tiempo puede ocasionar síntomas muy graves derivados de la hipercalcemia secundaria.

Los síntomas más frecuentes son la pérdida de apetito, vómitos, diarrea, dolor de cabeza y en casos de intoxicación grave alteraciones muy graves potencialmente letales por lo que debe ser indicada y tomada con precaución.

No se deberían tomar dosis superiores a 1000 U/día sin indicación médica.

Debe ser tomada con precaución en pacientes con patología previa, especialmente afecciones renales o hepáticas. Consulte con su médico antes de tomar esta o cualquier otra vitamina.