Aunque a simple vista parecen ser lo mismo y causar los mismos síntomas, debemos estar al tanto de las características de estas enfermedades respiratorias, con el fin de conseguir el alivio de sus síntomas lo mejor posible. También para evitar imprudencias que podrían afectar más nuestra salud.
Un detalle importante es que la familia del coronavirus que afecta animales y personas, es la causa de infecciones que van desde el resfriado común, hasta los síndromes MERS, SRAS y COVID-19. Ahora indicaremos algunas similitudes y diferencias que tienen en común los refriados y las gripes.
Similitudes entre refriados y gripes
Ambas enfermedades respiratorias son causadas por virus. La gripe se origina por la influenza, casi siempre del tipo H1N1; y el resfriado suele causarlo el rinovirus y otros. Los síntomas comunes en estos padecimientos son dolor de garganta, estornudos, congestión nasal, mucosidad, tos, dolor de cabeza y pérdida del apetito.
Diferencias entre refriados y gripes
La gripe tiene la capacidad de modificarse cada cierto tiempo, lo que provoca que su sintomatología sea diferente y más intensa. Por otro lado, el refriado es algo más común y puede llegar a sufrirse más veces seguidas al año. Los síntomas de la gripe pueden durar hasta 2 semanas e incluso más, aparecen repentinamente, son muy agresivos y debilitantes; frecuentemente incluyen fiebre alta por varios días.
En cuanto al resfriado, sus síntomas aparecen de forma gradual y duran poco tiempo. Así mismo, el resfriado provoca malestar general y cansancio. Mientras que la gripe produce dolores musculares más o menos intensos, agotamiento, escalofríos y en algunos casos complicaciones graves como la neumonía.
Qué precauciones tomar ante refriados y gripes
- Es importante llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta sana, equilibrada y variada; también la práctica de buenos hábitos de cuidado e higiene, para conservar fuerte el sistema inmune para combatir la gripe y los refriados con mayor eficacia.
- Mantener una constante hidratación, que vigoriza la acción defensiva de las mucosas.
- Lavado de manos frecuente con agua y jabón. Si esto no es posible, aplicar alcohol o anti bacteriales. Las manos son una de las vías más habituales de contagio.
- Evitar el contacto con personas enfermas con refriados o gripes.
- No compartir artículos de higiene personal como cepillos dentales, pañuelos, tampoco vasos, cucharas, platos u otros.
- Vigilar diligentemente la salud de los mayores de 60 años y adultos o niños con padecimientos cardiovasculares, respiratorios, inmunodeficiencias, enfermedades crónicas como diabetes o problemas renales.
Ahora mencionaremos algunas ayudas naturales para aliviar los síntomas de gripes y refriados. Eso sí, recuerda consultar a tu médico de confianza antes de usarlos y evita los excesos.
Vitamina C
La vitamina C apoya la función del sistema inmune y fomenta la protección celular, una ayuda indispensable y natural contra refriados y gripes. Alimentos como repollo, brócoli, fresas, pimientos rojos, perejil y otros, son ricos en esta vitamina. Además, para evitar la destrucción por calor de la vitamina C, en lo posible procura comerlos limpios, desinfectados y crudos. Recuerda que tenerlo disponible en comprimidos hace que sea mas sencillo hacer que nuestro cuerpo no carezca de esta vitamina tan importante para estas enfermedades.
Jengibre
Esta raíz tiene propiedades que alivian dolencias musculares, de garganta, tos, resfriados y otros. Consúmelo crudo y rallado en las comidas o en té, para aumentar la respuesta inmune del organismo. También en polvo, cápsulas o comprimidos. Esto último es ideal para una mejor dosificación.
Vapores de Eucalipto
El eucalipto tiene muchas bondades como antiséptico y desinfectante ante procesos virales; alivia resfriados y problemas respiratorios, ayuda al descongestionamiento de los pulmones, estimula el sistema inmune y muchos otros. Los vapores de eucalipto son muy beneficiosos, prepáralos en casa.
En una olla pon 1 litro de agua a hervir, luego agrega 10 hojas de eucalipto, apaga y tapa. Deja reposar 3 por minutos. Destapa la olla y cúbrete la cabeza con una toalla, acércate e inhala el vapor del eucalipto el mayor tiempo posible, hasta que el vapor se agote. Al final seca tu rostro y reposa 30 minutos.